CoDa21 Premiered Gina Patterson’s Romeo & Juliet - with sets, film design, and costumes by Jorge Gallardo, the dramatic Prokofiev score edited with sound design by Eric Midgley, video projections and mapping by Geronimo Mercado, and lighting by Enrique Benet

Artist statement:

Romeo and Juliet is a love story and, on the other hand, a tragedy. Two houses - Montague and Capulet, Love and Hate, Yin and Yang. There will always be love and there will always be conflict because that is the balance of life. We can’t know one without the other. Feelings of love and hate are passed down from generation to generation, locking us in an insane repetitive cycle like a broken record.

 MG 1970Is it grief that drives us to insanity, or is insanity the driving force? Grief, rage, suicide, and even love are all driven by insanity. What does insanity look like? Insanity can grip anyone at any time; she is completely unpredictable. The walls in our minds hold memories, ghosts, and premonitions. They can protect or prohibit. Whichever door you choose to enter, insanity will be there opening it for you on the other side... Or has she already taken up residence within your walls?

I was born a Romeo. It is my mother’s family name. Every Romeo must fulfill his own destiny, and retelling the story through this choreography is mine. This “Romeo and Juliet” is not set in a place or a time – it is at once current and timeless, personal and universal. It is mine, it is yours, and this evening it is ours. We are all Romeos tonight.
As you take this journey with us, we ask you to open your mind and let yourself go. Like Juliet with her Romeo, let the walls disappear.

 

Review: Conmovedor y sorpresivo el Romeo y Julieta
Por: Miriam Montes Mock

En La Punta del Pie, lunes, 10 de junio de 2013

Interesante. ¡Estupendo! Para el gusto europeo. Diferente… Simbólico. ¡Qué intenso! Estos fueron algunos de los comentarios que se escucharon entre los asistentes al ballet Romeo y Julieta (concepto y coreografía de Gina Patterson) que presentó en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico la compañía de danza CoDa21, dirigido por la también bailarina Denisse Eliza.

 MG 1799El público puertorriqueño ha disfrutado otros conceptos coreográficos de Gina Patterson, quien ha logrado imprimir en los bailarines con los que trabaja una calidad interpretativa sobrecogedora, producto de la exploración interna del bailarín, del que hurga dentro de sí el sentimiento profundo, el gesto auténtico, la magnitud de la emoción. Su Romeo y Julieta tuvo el indudable acierto de conmover a la audiencia a través de esta historia de amores, pasiones y odios, mediante el lenguaje contemporáneo de su danza y la exploración poética de su representación.

Si bien la interpretación poderosa que los bailarines imprimieron a sus personajes fue un logro estupendo, me pareció que la producción en su totalidad, esa combinación de concepto, coreografía, interpretación, plástica y elementos teatrales, fue capaz de transmitir las sensaciones que crean los poemas apasionados. Esa fue la impresión que experimenté cuando finalizó la función del sábado, a la que asistí: un sentimiento de asombro, de fascinación, de turbación. Como si la historia, capaz de arropar mis sentidos y mantenerme en vilo durante todo el espectáculo, me hubiese hundido en aguas profundas y, sin comprender del todo sus mareas y corrientes, me arrastraba, embelesada, atónita, por ratos confusa, a destinos sorprendentes. Y es que esta historia de siglos, original del célebre escritor William Shakespeare, trascendió la Italia renacentista, las casas de Montesco y Capuleto y las condiciones socioculturales de la época, para insuflarle actualidad y pertinencia a un público atemporal. En Julieta, pues, habita cualquier adolescente mimada y protegida por los suyos, que se enfrenta a las inquietantes emociones que despiertan el amor y el deseo. Los conflictos de entonces son los nuestros: el ansia de amar, el tormento de la incomprensión, las disputas de clase, el odio, la locura.

Las palabras de Gina Patterson Romeo suscritas en el programa (sí, ella advierte la coincidencia entre su apellido y las fuerzas del destino) nos invitan a sumergirnos en su interpretación metafísica de Romeo y Julieta, como si con su expresión literaria nos advirtiera los lenguajes metafóricos, el simbolismo de su escenografía, los fantasmas que habitan sus personajes. “¿Es el dolor el que nos conduce a la locura o es la locura la fuerza motriz? Dolor, rabia, suicidio e incluso el amor son todos impulsados por ella. ¿Cómo es la locura? Cualquiera puede ser preso de ella en cualquier momento… Las paredes de nuestra mente tienen recuerdos, fantasmas y premoniciones. Pueden proteger o prohibir. Cualquiera que sea la puerta que usted elija para entrar, la locura estará ahí para abrirla al otro lado…”

Este no es un Romeo y Julieta usual. Tampoco es uno de fácil comprensión. El espectador percibe los mundos psicológicos intricados a través del movimiento, del color, del gesto, de la utilería, de la proyección en vídeo, de las entradas escénicas, de la voz shakespeariana, del grito “¡Julieeetaaa!”. Capta el dolor, el odio, la hipocresía, la inocencia, la contienda. Patterson ha escogido comunicarnos su historia a la manera de los poetas: con la sugerencia del verbo. El público debe permutar la acción concreta por la  MG 1891exquisitez de la insinuación. En ese sentido, la audiencia tropieza con la construcción inusitada de un ballet que, lejos de hilvanarse con un lenguaje clásico y una historia en blanco y negro, transita por los vericuetos enigmáticos de la naturaleza humana y fragua una proyección simbólica. Así, la imposibilidad del amor entre los adolescentes se representa con dos rocas enormes que se agrietan, la batalla entre las familias que riñen es una danza, los espíritus de Julieta se desdoblan e interactúan, y la locura es un personaje de carne y hueso.

Una de las escenas más conmovedoras, a mi juicio, fue la muerte de Teobaldo, dramatizada por una capa roja atravesando el escenario y el grito desgarrador de Lady Capulet, interpretado convincentemente por Rebeca Canchani. No hay duda de que Canchani, quien ya ha probado su veteranía en los teatros y su excelente capacidad histriónica, conquistó a la audiencia con la intensidad de su caracterización.

De otra parte, la ejecutoria vigorosa de la actriz y escritora Sara Lovett mientras recitaba en inglés fragmentos alusivos a la historia, interesante para algunos, resultó ser un ingrediente desatinado para un sector del público, no solamente debido a la dificultad para entender su alocución, sino por presentarse en un país hispanoparlante.

Hay un proceso creativo muy refinado, muy cuidadoso, muy hondo, detrás del Romeo y Julieta presentado por CoDa21, que ha sido capaz de integrar una variedad de elementos –alegóricos y reales- para ofrecernos una producción mágica, cautivante. Los bailarines, inmersos en sus personajes, lograron comunicar con fervor las particularidades de sus actuaciones. Denisse Eliza lució juvenil e ilusionada en el papel de Julieta aunque, en mi opinión, las escenas románticas pudieron trabajarse de manera más elocuente para beneficio del público que observaba a la distancia. No obstante, el protagonismo y la fuerza dramática de la historia representada por CoDa21 no descansó en el personaje de Julieta, como suele ocurrir en los ballets clásicos, sino en la encarnación de la locura, eje primordial a través del cual se suceden los hechos y las premoniciones de esta tragedia.

Participaron, además de Canchani y Eliza, el resto de la compañía de CoDa21, a saber, Jesús Miranda, Roberto López, Omar Nieves, Ana Victoria Fridman, Adriana Aybar Urrutia, Yamilette Padilla y, sustituyendo temporeramente a Vesna Lantigua, Arleane López. Los papeles de Romeo, Mercucio y el Conde de París estuvieron interpretados por los artistas invitados Kirk Henning, del Suzanne Farell Ballet; Chris Hannon, del James Sewell Ballet; y Maykel Acosta, egresado de la escuela cubana de ballet y quien goza de una trayectoria sobresaliente como primer bailarín clásico. Igualmente Masa Kolar, graduada en Bélgica y quien ha sobresalido como bailarina, profesora y coreógrafa de danza moderna, ejecutó el personaje de la locura de manera estupenda.

El diseño de vestuario, escenografía y concepto del filme estuvo a cargo de Jorge Gallardo, mientras que Gerónimo Mercado creó la proyección en vídeo que se transmitió al inicio de la función. CoDa21 disfruta el talento de Lourdes Gómez, graduada de la Escuela Nacional de Artes, en Cuba, como maestra y directora de ensayo de dicha compañía.
Felicitamos a CoDa21 por un genial Romeo y Julieta que, por cierto, conviene presenciar más de una vez.

Review: ‘Romeo & Juliet’ in the Third Dimension

by Max Gonzales - The Star (San Juan, PR), May 10, 2013

Re-created in an avant-garde dimension by Gina Patterson, the eternally classic lovers Romeo and Juliet are quite shaken by the most physical, high-impact choreography of the production of "Romeo y Julieta" staged last weekend at the University of Puerto Rico – Rio Piedras Campus Theater. This aspect is the real star of the show. Yes, it is the blending of the classic with the modern, the former fusing with the latter.

 MG 1713Such devastating emotions and situations as hatred, passionate love, and family rivalries build up the explosive controversy involved in this ultrasonic composition. The music by Serge Prokofiev has never been so suitable. Inspired in modern patterns, those versions we have known in the past look pale compared to the multi dimensional veracity of the ambience created by this super-gifted choreographer. Obviously, she must have filtered the dogmatic trails of John Cranko into the profound venues that make up the forceful display in every one of the situations to be solved, focusing the allegory of mixed concepts based and rooted in Shakespeare's most popular love story.

Nevertheless, there is Dali’s illusory spell in the masked ball that Romeo attends in a spleeny disposition caused by the rejection of his puppy love for Rosalind. This amid the chefs bouncing the fish for supper and the female dancing cats.

The two exhilarating climaxes, the balcony scene and the bedroom tryst, go beyond the breathtaking heights as well as the ground animated pas d’action. The street brawl between the Capulets and Montagues surmounts the explosive, coerced encounter between the two bands. Choreography goes in crescendo, with the superb dancers seem unable to free themselves from the demanding tour de force.

Denisse Eliza as Juliet and Kirk Henning as Romeo in assembled rapport are cruising, attached to the drama that boils around them. Rebeca Canchani (Lady Capulet) is enraged opposite Jesùs Miranda as the father when Juliet insists on rejecting her suitor Paris. Only three walls and three exits make up the plain background scenery, which allows the dancers to come and go according to the compulsion and threats of folly like a devilish flame (Masa Kolar).

Roberto Lopez, Omar Nieves, as the fryer and Tybalt respectively, carry the explosive tension, as does Chris Hannon As Mercutio. Maykel Acosta, Ana Fridman, Adriana Aybar and Yamilette Padilla complete the challenging group.

CoDa21 has indeed started a rebellion against the established and rigid tradition of classical ballet. Nonetheless, the original classic language pops up with no restraint in the adoption of its technique by the torrent of classic-modern ballet. The originality of this show must be on its way to bigger audiences and more international venues.